Las 4G y los coadictos

En el entorno que rodea la adicción a las sustancias psicoactivas, los investigadores han descubierto que además de la persona que cae en ella, se desarrolla en su círculo próximo, llámese parejas, hermanos, padres o hijos, un trastorno consistente en una dependencia emocional, que han dado en denominar coadicción. En un esfuerzo desesperado por llenar el vacío que en la vida familiar, social o laboral deja el enfermo, terminan de forma inconsciente como cómplices del mal, en lugar de actores que ayuden a curarlo.

Hace pocos días tuve la oportunidad de asistir a una reunión liderada por la Cámara de Comercio de Medellín, con un variado equipo de trabajo creado por iniciativa de la propia Cámara, denominado Grupo de Infraestructura. En él participan, además de los directivos de la institución, los voceros de las empresas y entidades públicas o privadas vinculados al desarrollo de las obras en el Departamento de Antioquia, especialmente en el que tiene que ver con las autopistas de las 4G y puertos.

Con un número importante de parlamentarios atendimos la convocatoria, que finalmente tenía el propósito de analizar el grave problema que afrontan al menos dos de los corredores viales concesionados, a saber, la salida al mar por Urabá y el tramo de Primavera-Bolombolo, aquejados por la carencia de al menos 1.65 billones de pesos, recursos necesarios para ejecutar tramos u obras no contemplados en los contratos originales o que siendo responsabilidad de la Nación, aún no han sido arbitrados.

Allí se esbozó de forma muy preliminar la idea de ampliar el valor y el plazo de los contratos de concesión, de tal forma que los “inversionistas” privados que tienen hoy los tramos Mar 1, Mar 2 y Pacífico 1, coloquen el dinero y de esta forma se puedan llevar a feliz término las obras.

Al intervenir al respecto recordé que en el caso de la vía al mar por Urabá, en la mitad de las dos concesiones –Mar 1 y Mar 2– se encuentra el Túnel del Toyo, una gran obra acometida exclusivamente con recursos públicos y cuya construcción está siendo financiada con recursos del Departamento de Antioquia y del Municipio de Medellín, por un valor superior a los 1.3 billones de pesos.

También expliqué que esta obra no corresponde ni a las competencias ni a las obligaciones de los entes territoriales, que al asumirla se alcahueteó la irresponsabilidad de la Nación y que, además, con ese dinero solo se alcanzará a hacer, en el mejor de los casos, la perforación o el tubo del túnel, quedando sin fondear los recursos para los equipos electromecánicos y para las vías de acceso, asuntos a los que se comprometió el Gobierno nacional en 2015.

Indiqué cómo en la sesión de la Asamblea Departamental en la que se aprobaron las vigencias futuras para el túnel, en mi condición de Diputado en ese entonces, me opuse a la Ordenanza correspondiente por tres razones: la primera, porque las magras finanzas de los entes territoriales no deben entrar a reemplazar las obligaciones de la Nación y menos con una red secundaria tan en malas condiciones como la nuestra y que sí es responsabilidad de la Gobernación; la segunda, porque no había garantía cierta de que el Gobierno nacional aportara los recursos para volver funcional el túnel y podríamos quedar con dos concesiones separadas por un hueco inservible, y la tercera, porque a los monopolios financieros se les estaban entregando dos concesiones altamente rentables, “la pulpa”, mientras que al Estado se le cargaba la parte no rentable de la obra, el túnel, lo que la gente llama “el hueso”.

Igualmente recordé que en la salida del Valle de Aburrá al río Cauca por el sur, Pacífico 1, obra entregada a don Luis Carlos Sarmiento Angulo y a su muy “honrado” socio Florentino Pérez, se trazó, no por donde técnicamente debía hacerse, La Tolva – Piedra Verde – Poblanco, sino por Bolombolo, una vía más larga y costosa, pero que, a diferencia de la primera, daba cierre financiero por recoger un tráfico mayor que incluye al Suroeste antioqueño y al Chocó. Resumiendo, es mucho más cara, pero al contrario de la más económica, sí es negocio para tan “importantes señores”. ¡Cómo se ha modernizado el país! ¡Ya las vías no se hacen por donde le sirven al terrateniente, sino por donde enriquecen al banquero.

He demostrado hasta la saciedad que la inversión, o el capex invertido por los concesionarios de su propio bolsillo solamente llegaba al 17% del valor del proyecto. El otro 83% corresponde, o a créditos apalancados con peajes y vigencias futuras del presupuesto nacional, o a vigencias futuras de manera directa. Es decir, se ganan “el billete” con nuestros recursos, con los del Estado, con el de todos los colombianos. Eso sí es, como decían los abuelos, “trabajar con la plata del míster”, solo que aquí el míster somos usted y yo. (Ver artículo publicado en Deslinde https://docs.google.com/viewerng/viewer?url=http://deslinde.co/wp-content/uploads/2017/05/4G-gomez.pdf&hl)

La reacción de los voceros del partido de Gobierno presentes y de los directivos de la Cámara fue la de afirmar categóricamente que como “no hay plata”, prácticamente no queda otra alternativa que “ampliarles el negocio” a los concesionarios.

Debo decir que no creo que ni la Directora ni el Presidente de la Junta Directiva de la Cámara tengan negocios con los concesionarios. Parto de que es de buena fe como creen que esta es la única salida, pero inevitable y automáticamente los relacioné con los coadictos a los que hago alusión en el primer párrafo. Al igual que ellos, se están dejando manipular de los adictos a las privatizaciones y de quienes ganan de trasladar los recursos públicos a las arcas de los monopolios financieros. Esos adictos han logrado, no solo satisfacer su necesidad de esa droga llamada renta parasitaria, sino también que su narrativa permee a capas influyentes de la sociedad para que se conviertan en sus encubridoras inconscientes.

Estoy todavía esperando una respuesta a los interrogantes que he formulado sobre estas concesiones. ¿Por qué la salida del Valle de Aburrá se está haciendo por el corredor más costoso y riesgoso desde el punto de vista geológico? Recuerden que la vía al Chocó y al Suroeste está cerrada desde mayo de este año y se ha anunciado que lo estará por lo menos hasta el primer trimestre de 2020, tal como lo había advertido desde 2016 la SAI, advertencia que fue negada por la ANLA, la ANI y Covipacífico.

¿Por qué, a pesar de que el 83% del valor de la obra Pacífico 1 está financiada con recursos públicos, se alega que debe entregarse a privados porque el Estado no dispone de dinero para acometer los trabajos?

Propuse que, para el efecto, se revisen minuciosamente las condiciones de los contratos de concesión que les entregaron utilidades descomunales e injustificadas a esos intermediarios parásitos, con el propósito de forzarlos a que asuman, al menos en parte, las obras faltantes. Planteé además que, de forma unida, todos los antioqueños exijamos al Gobierno nacional con dignidad y valor civil el cumplimiento de los compromisos que la Nación ha adquirido. ¡No más alcahuetería con los adictos al saqueo corrupto de los recursos públicos!

Noviembre 9 de 2019

Representante a la Cámara por el Departamento de Antioquia

POLO DEMOCRÁTICO ALTERNATIVO

 



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