- 26 junio, 2023
- Posted by: Yamid Lopez
- Categoría: Batiscafo, Principal, Sin categoría
El lunes 29 de mayo el periódico El Colombiano publicó una información que, pese al impacto que tendrá sobre una empresa pública de la ciudad y los moradores de Medellín y Antioquia, ha pasado sin causar mayor eco. Se trata de la aprobación por parte de la Junta Directiva de Empresas Varias de Medellín de vigencias futuras por un cuarto de billón de pesos ($ 251.000 millones), para implementar un nuevo modelo de recolección de residuos sólidos conocido como cargue lateral y al mismo tiempo, con la de la adjudicación a dedo del contrato para implementarlo a la empresa Themac S.A.S.
La noticia me llamó tanto la atención que la he comentado insistentemente con muchas personas y alguna de ellas expresó una frase que en mi criterio describe y sintetiza de forma certera la situación: “lo que nos faltaba, importación de ladrones”.
El asunto en sí mismo es bastante llamativo, pero lo es aún más si se tienen en cuenta algunos detalles, no tan pequeños. El primero de ellos es que la empresa pública de aseo de la capital de la montaña tiene la apremiante necesidad de invertir una suma cercana al tercio de billón de pesos para la ampliación del relleno sanitario de La Pradera, con la construcción del vaso La Piñuela, y así poder disponer los desechos sólidos de Medellín y de otros 40 municipios del Departamento, unas 3.500 toneladas diarias. Esta inversión está retrasada y ha tenido que acudir a una especie de “remiendo” en el vaso que se usa actualmente, conocido como Altair, para prolongar la vida útil del relleno.
De otro lado, el desempeño económico de la empresa de aseo va cuesta abajo… en picada. Según datos del propio diario local, “en 2019 el resultado neto fue de poco más de $28.000 millones, pasó en 2020 a unos $20.000 millones, en 2021 a poco más de $15.000 millones y según el estado del resultado integral del periodo anterior, a noviembre de 2022, el resultado neto del ejercicio apenas pasaba los $500 millones con unos ingresos operaciones que hasta entonces sumaban casi $258.000 millones. Lo que se evidencia es que los costos de prestación del servicio y los gastos de administración se han incrementado considerablemente”.
Esta mezcla explosiva de altas necesidades de inversión y bajísimos resultados económicos, desde luego es una grave amenaza para los bolsillos de los usuarios, pues indefectiblemente tendrá efectos tarifarios alcistas. No parecería prudente, entonces, pensar en otra cuantiosa inversión en el futuro inmediato, como la del cargue lateral, sobre todo porque no hay evidencia de que su desarrollo sea algo urgente hoy por hoy. Cuestionados proyectos en Emvarias ponen en riesgo de la empresa de aseo.
El segundo detalle reside en que la aprobación de las vigencias futuras fue acompañada por la adjudicación a dedo del plan piloto para la adopción de la nueva forma de recolección, a la firma Themac S.A.S. y el tercero, y tal vez el más llamativo, es que los dueños de esa afortunada empresa son el Barcelona Export Group, cuyos socios son Manuel Grau y Xavier Vendrell con un 25% y Texon Limited, del italiano Fabio Masciliano con un 45%, porcentaje que al parecer acaba de subir al 60%.
Es llamativo porque a los dos primeros, el presidente Petro les otorgó la ciudadanía colombiana sin el lleno de los requisitos normales que debe surtir cualquier extranjero del común para acceder a ella, haciendo uso de un mico que introdujo en 1995 el entonces ministro de Justicia Néstor Humberto Martínez Neira en el Decreto Ley anti-trámites 2150.
Hice un breve recorrido por los antecedentes de los socios de Themac S.A.S., y pude establecer, en primer lugar, que el señor Grau proviene de una familia de especuladores del suelo y constructores catalanes, con negocios del mismo tipo en Colombia.
Es de público conocimiento que el español viajó a Venezuela con el entonces viceministro Jorge Zorro y con Verónica Alcocer, la esposa del presidente, a finales de enero de este año como falso asesor del “despacho de la primera dama”, una dependencia inexistente.
Su influencia en el Ministerio de Cultura es enorme, está vinculado estrechamente con Marcela Cuéllar, la responsable de la Dirección de Patrimonio y Memoria de ese ministerio; y aunque su amiga no dispone de un gran presupuesto para contratar, está claro que para un personaje cuya actividad de promotor urbano con proyectos inmobiliarios en el centro histórico de Bogotá, (desde que su también amigo Gustavo Petro era alcalde Distrital), la influencia y cercanía con quien maneja todo el patrimonio arquitectónico del país, si ofrece un sinnúmero de oportunidades de negocios.
En esa dependencia “se mueve toda la plata que quieras por las autorizaciones que se tramiten sobre los bienes culturales protegidos, como los comodatos para que terceros administren esos bienes. El patrimonio da para todo tipo de negocios”, reveló esta investigación del Espectador.
Pero eso no es todo: Grau, una vez recibió su nacionalidad “exprés”, fue nombrado por el Presidente, miembro de la Junta Directiva de CISA, dependencia del Ministerio de Hacienda que maneja la comercialización de inmuebles del Estado. Un caballero con toda la pinta de cazador de fortunas.
El socio italiano, Masciliano, es un hábil negociante y lobista en causa propia como Grau, pero de mucho mayor vuelo en torcidos internacionales. Bastante conocido es el escándalo de la intentona suya de vender material nuclear argentino a Irán mediante el pago de una jugosa comisión, negocio por el que la inteligencia gringa y el Mossad pusieron el grito en el cielo, al punto que lo bloquearon. El escándalo en Argentina, es ampliamente conocido y salpicó a la muy cuestionada Cristina Fernández de Kirchner y a su círculo íntimo.
Pero aparte de esa pilatuna, Masciliano es famoso por usar sociedades off shore uruguayas, panameñas, chilenas, holandesas y españolas, para esconder supuestos negocios vinculados al tráfico de influencias, construcción de viviendas y transferencia ilegal de tecnología nuclear. Tiene un expediente abierto para investigar el sobreprecio en la recolección de basura en una comuna italiana y en Ambato (Ecuador).
Su vuelo es tan alto, que aparece hace dos años haciendo parte de la comitiva oficial de empresarios españoles (a nombre de la matriz de Themac en España) que acompañaron la vista de negocios del Rey Juan Carlos al entonces presidente de Chile, Sebastián Piñera.
El tercer socio del cargue lateral del cuarto de billón de pesos en Medellín, es Xavier Vendrell. Este tiene abiertos varios procesos en España por malversación de fondos, prevaricato, soborno y tráfico de influencias y una larga lista de delitos e infracciones que dan cuenta de sus maniobras desde el gobierno autonómico catalán y de la dirigencia del partido ERC (Izquierda Republicana de Cataluña) de para enriquecerse de forma ilícita con recursos para la educación especial y con modificaciones en el uso del suelo para proyectos inmobiliarios.
Unas joyitas. El presidente Petro ha calificado a los catalanes como “compañeros de lucha”, ha defendido a Vendrell como un empresario cuyo único delito consiste en defender la independencia de Cataluña. Pero los hechos, son los hechos y los afortunados empresarios europeos gozan hoy de protección gubernamental, jugosos contratos con el Estado, incluyendo un negocio de basuras en Santa Marta con la administración petrista de allí y en sociedad con el “zar” de las basuras William Vélez.
No solo en las urgencias de nuestra empresa de aseo no figura la implementación del cargue lateral, sino que el solo plan piloto tendrá una incidencia tarifaria aún mayor que la que ya se vislumbra, por las necesidades de inversión urgentes para la disposición de los residuos y por el bajo desempeño económico de la empresa. Es en supremamente sospechoso y nocivo que se adopte esa decisión, con el pestilente coprotagonismo de personajes como los de marras, entre los cuales, el de menos, tiene un comportamiento de manifiesta opacidad.
Todo apunta a que tiene razón mi amigo. Y agrego yo, el libre comercio alcanza hasta para importar ladrones, como si aquí no hubiera suficientes.
PERISCOPIO. A propósito, algo familiar me suena en la afirmación hecha por la periodista María Alejandra Villamizar en una columna reciente en El Espectador, titulada “El nombre del Presidente”. Afirmó que ¿Y ahora los pasaportes se van para Alemania? Con la premisa de que toda la vida los ha hecho la misma empresa, que es verdad, porque es la única que los puede hacer en el país, revisan los pliegos de la licitación, de afán, al parecer para que se cuelen en el proceso otras empresas sugeridas en lengua catalana, que por cierto se oye bastante en Colombia. Una gestión sin duda para el cambio y una jugosa comisión. Apuesto que los colombianos más informados se imaginan a quienes se refiere la columnista
Medellín, junio 26 de 2023